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Rezago en política deportiva saca a Costa Rica del podio


En setiembre de 1988 Costa Rica celebraba, entre emoción y llanto, su mayor proeza deportiva: la nadadora Sylvia Poll lograba la medalla de plata en los 200 metros libres, en los Juegos Olímpicos de Seúl. Ocho años más tarde, su hermana Claudia Poll ponía nuevamente al país en lo más alto del medallero olímpico, al ganar la primera y única medalla de oro en la misma especialidad; esto en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. La visita al podio olímpico Claudia la repitió en Sidney, Australia (2000) con sendas medallas de bronce en los 200 y 400 metros libres.


Desde entonces, las hazañas deportivas se han sucedido a cuentagotas: Nery Brenes ganó la medalla de oro en el XIV Campeonato Mundial de Atletismo en pista cubierta (Estambul, Turquía 2012); la Selección Nacional de Futbol alcanzó los cuartos de final y el octavo puesto en el Campeonato mundial Brasil 2014 y Andrey Amador ganó una etapa del Giro de Italia en 2012 y se ubicó cuarto en la clasificación final de esta misma competencia, en 2015. Otros deportistas que destacaron previamente en el deporte de alto rendimiento fueron Rafael Angel Pérez, en atletismo; María del Milagro Parías, en natación y Andrés Brenes, en el ciclismo olímpico.


Son varias las causas que explican el porqué Costa Rica no alcanza el protagonismo que sí logran otros países latinoamericanos. Varios especialistas en deporte, de la Escuela del Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA), atribuyen a la tradición, más que a la planificación y la inversión estatal, los esporádicos triunfos en el deporte; y a dos años de la próxima Olimpiada en Tokio, ven cada vez mas difícil la posibilidad de que surjan nuevas figuras de élite.


Muchos factores

“Tendríamos que abordar este fenómeno desde una visión más holística”, advierte el académico de Ciemhcavi Milton Rivas. En su criterio algunos éxitos están asociados con la tradición y lo ilustra—en el caso del boxeo—con la influencia de boxeadores mexicanos y colombianos en Costa Rica, que llevaron a peleadores como Isaac Marín, Álvaro Rojas y Orlando Hernández a disputar títulos mundiales. De igual forma, fue la tradición, el sacrifico y la inversión individual lo que hizo destacar, en el atletismo, a Rafael Ángel Pérez, Ronald Lanzoni, José Luis Molina y, más recientemente, a Nery Brenes; y en la natación a María del Milagro París y las hermanas Poll.


Pero lejos de acortar distancias, hoy la brecha se amplía, pues mientras otros países refuerzan el desempeño de sus atletas con el uso de nuevas tecnologías, Costa Rica—por el contrario—se aferra a los esquemas tradicionales, ante la falta de inversión y la ausencia de una estructura organizativa que financie el alto rendimiento.“Al estar el Instituto Costarricense de Deporte (Icoder) por un lado, el Comité Olímpico Nacional (CON) por otro y los clubes por el suyo no hay ninguna articulación que tengan que ver con el descubrimiento, el fomento y el desarrollo de atletas de alto rendimiento”, apunta Rivas.


Milton Rivas, especialista en Rendimiento deportivo y académico de la Ciemhcavi-UNA.


Luis Blanco, director de la Ciemhcavi, coincide con los anteriores enunciados y añade que otro de los graves problemas es la falta de promoción del deporte base en “los estadíos iniciales” ante el total divorcio entre el Icoder y el Ministerio de Educación Pública (MEP). “No se percibe el deporte como especialización, no hay diversificación, ni experiencias de aprendizaje para los muchachos a edades tempranas”, como sí se daba—con éxito—en las décadas del 70 al 90 del siglo pasado, a través de los torneos escolares y colegiles.

Blanco también destaca que cuando ha habido financiamiento para el deporte se han visto los resultados. Hace cerca de cinco años se realizaron los juegos centroamericanos aquí y Costa Rica estuvo cerca de ganarlos por primera vez, pero ese financiamiento también fue efímero y más bien el distanciamiento del gobierno con el CON hoy es mayor. Al respecto opina que debería existir una ley que financie el deporte, así como las hay para financiar otras actividades.


En la misma línea, Carlos Marín, psicólogo deportivo de la Ciemhcavi, enumera otros factores determinantes como la poca participación de atletas en torneos élites internacionales, la falta de dirección sobre dónde y cómo invertir el dinero y la insuficiente formación en psicología del deporte, de la que adolece muchos entrenadores.

Así como los especialistas coinciden en que el alto rendimiento no es posible para todos los atletas, de igual forma el desempeño deportivo depende en mucho de entrenadores talentosos que sepan realzar las virtudes del competidor, y eso implica una mística especial y deseo de triunfo que va más allá de lo que pueda compensar un salario. De manera que, al decir de Blanco, “para alcanzar una hazaña mundial se requiere que todos los astros estén alineados: entrenadores con la experiencia de procesos de primer nivel, que estén actualizados en los procesos de planificación, donde usemos tecnología de punta; y dirigentes con ese perfil, para formar un atleta desde el punto de vista físico, mental y psicosocial”.


Adicionalmente hay que tener presente, como dice Rivas, que el deporte es una actividad en donde la fé o el “creérsela” solo funciona si detrás ha habido un entrenamiento táctico adecuado y actualizado. Y esto supone una ruptura con una mentalidad muy arraigada en los costarricenses que lo induce a “llevarla suave” y a renunciar al sacrificio y hasta los regaños del entrenador, lo cual nos coloca en desventaja antes de llegar a la competencia. “No somos muy dados a tener esas agallas, esa entrega, que realmente es el aspecto más influyente para tener éxito a nivel mundial”, dice Blanco.


Luis Blanco, director de la Ciemhcavi y exentrenador del equipo de baloncesto Ferretería Brenes-Barva.


A la falta de inversión y capacitación deben sumarse otros factores. “El rendimiento está marcado por tres áreas: física, técnico-táctica y psicológica; las tres van paralelas, y una debilidad en cualquiera hace la diferencia entre ganar o perder. Si tenemos debilidades técnicas probablemente tengamos debilidades psicológicas o viceversa. ¿Por qué otros deportistas tienen mayor desarrollo psicológico, por qué soportan más el dolor? porque los han educado; han tenido personal piscológico de apoyo, además de entrenadores y preparadores de alto nivel”, dice Rivas.


Concentrarse en la bueno

Una de la recomendaciones de los especialistas es concentrarse en aquellos deportes en los que hemos comprobado tener capacidad y probabilidades de alcanzar mejor rendimiento, tal y como lo hacen—con los resultados conocidos—Jamaica, Cuba, Kenia y Etiopía con el atletismo.


“Pareciera que no podemos en baloncesto, por el biotipo nuestro, pero sí tenemos técnica y tradición en el futbol, voleibol, atletismo y natación”, ilustra Rivas. De igual forma, Blanco considera que se debe volver los ojos a ciertas comunidades, como las de Limón, donde se puede encontrar atletas que destaquen en deportes que requieren fuerza, rapidez, y un biotipo adecuado. Sugiere también, promover las escuelas de iniciación deportiva en otras comunidades, donde se pueden detectar talentos, habilidades y destrezas.


Sobra decir que se requiere invertir en capacitación y adquisición de nuevas tecnologías de entrenamiento, como sugiere Marín. El académico le apunta también a la gestión efectiva de recursos y a las alianzas estratégicas con países desarrollados; tal es el caso de Cuba y España, en donde se hizo toda una reingeniería en relación con la psicología del deporte, pues resulta vital dar herramientas a los preparadores físicos; esto implica que cada disciplina cuente con un psicólogo deportivo, dada la especificidad de cada deporte. “Los cubanos tienen una figura llamada la triada: preparador físico, entrenador y psicólogo (…) quienes tienen buena formación para intervenir los atletas. No es tanto el dinero (lo que cuenta) si no el conocimiento y la preparación profesional; y quienes toman decisiones deben ser personas involucradas en el deporte”.


Carlos Marín, psicólogo deportivo y académico de la Ciemhcavi-UNA.


Se trata, en resumen, de articular los esfuerzos de especialistas de todas las instituciones y organizaciones involucradas en el deporte para que no solo desarrollen una estrategia si no que detecten talentos y los promuevan. Mientras el deporte ocupe un cuarto plano, los resultados seguirán siendo correspondientes con tal inversión y seguiremos ….muy lejos del podio.




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