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Situación actual de las mujeres en el mercado laboral costarricense

Los datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC muestran una mejora en varios indicadores para las mujeres en Costa Rica; no obstante, dicha mejora, como se verá, es un resultado solo aparente, es decir, responde a un efecto estadístico y no una mejora real en cantidad y calidad del empleo.


Indicadores que mejoraron en los últimos dos años (IV trimestre 2014 vs. IV trimestre 2016):

- Cantidad de mujeres ocupadas sin seguro por trabajo (-54.274)

- La tasa de presión general (-0,9 p.p.)

- Cantidad de mujeres ocupadas que buscan cambiar de trabajo (-27.368)

- Cantidad de mujeres con empleo informal (-38.527)

- Cantidad de mujeres de 45 años y más con empleo informal (-35.782)

- Cantidad de mujeres jóvenes con empleo informal (-13.840 mujeres)

- Porcentaje de ocupadas con subempleo (-7,7 p.p.) (-63.911 mujeres)

- Cantidad de mujeres que trabajan en la informalidad menos de 39 horas semanales (- 54.575)

- Cantidad de mujeres que trabajan en la informalidad dentro de la propia vivienda o del patrono (-38.667). Relacionado con este resultado está la reducción en la cantidad de mujeres que laboran en el sector “Hogares como empleadores” (-14.787 mujeres).

- Cantidad de mujeres que trabajan en la informalidad y que reciben mensualmente menos de un salario mínimo (-5.909 mujeres)

- Otro indicador que pareciera mostrar una mejora, es la brecha de ingresos; muestra una tendencia a reducirse en los últimos trimestres.


¿Y por qué mejoraron estos indicadores?

La respuesta radica en que la población femenina fuera de la fuerza de trabajo aumentó en cerca de 83 mil en los últimos 2 años –en su mayoría mujeres catalogadas como no disponibles del todo para trabajar (+78 mil) o disponibles con limitaciones (+24 mil)–; es decir, las mujeres se están saliendo del mercado laboral y como resultado la tasa neta de participación se ha reducido.

Al desagregar los datos encontramos que las que se salieron del mercado en su mayoría son de la Región Central del país, jóvenes, mayores de 60 años (de las mujeres que se han salido del mercado laboral, el 64% se encuentra en este grupo de edad), y con secundaria incompleta o menos.


La población femenina fuera de la fuerza de trabajo aumentó en cerca de 83 mil en los últimos 2 años. (Foto con fines ilustrativos)


Indicadores que empeoraron en los últimos dos años:

- Tasa neta de participación (-2,7 p.p.)

- Cantidad de ocupadas (-36.095).

- Cantidad de ocupadas en edades de 15 a 24 años (-23.879)

- Cantidad de ocupadas en edades de 45 a 59 años (-25.339)

- Cantidad de desempleadas (+14.814)

- Tasa de desempleo abierto entre las mujeres (+2 p.p.)

- Mujeres con título universitario fuera de la fuerza de trabajo (+10 mil)


¿Y por qué se reduce la brecha de ingresos entre hombres y mujeres?

El ingreso promedio de las mujeres en la ocupación principal aumentó un 12,9% en los últimos dos años y entre los hombres solo un 3%; dando como resultado que la brecha de ingresos entre hombres y mujeres se redujera significativamente, pasando de 13,9% en el IV trimestre de 2014 a 6,9% en el mismo trimestre de 2016. Este resultado se explica por la salida de mujeres del mercado laboral que ostentaban bajos niveles de ingresos, lo que hace que el promedio nacional de ingresos aumente. En otras palabras, esto no significa que el ingreso entre las mujeres aumentó, sino que el promedio de ingresos creció al haber menos mujeres con empleo informal y con ocupaciones de bajos ingresos laborando (menos mujeres en condición de subempleo).


En fin, la mejora en varios indicadores de empleo para las mujeres, en los últimos dos años, no obedece a una mayor cantidad de ocupadas ni a mejores condiciones laborales para ellas. Lamentablemente, los mejores números responden a la salida de mujeres del mercado laboral. En otras palabras, la mejora en los indicadores es solo “aparente”. Es importante que el gobierno le de seguimiento a esta situación, ya que la autonomía económica de las mujeres es fundamental para reducir las brechas y desigualdades de género, y si las mujeres se están saliendo del mercado laboral, significa que las políticas públicas impulsadas no están teniendo el efecto deseado.


¿Y por qué se están saliendo las mujeres del mercado laboral?

Lo que plantearé a continuación son solo algunas hipótesis que me surgen al analizar la información de la ECE. Dichas hipótesis tendrían que ser validadas a través de encuestas y otros medios.

a) Mujeres se están saliendo del mercado laboral porque los ingresos que perciben no son suficientes para cubrir el costo del cuidado de sus hijos.

b) Mujeres se salen del mercado laboral por obligaciones familiares: cuido de menores de edad, adultos mayores, personas con discapacidad, etc. Cada vez el grupo de adultos mayores gana una mayor importancia relativa con respecto a los demás grupos de edad: envejecimiento de la población.

c) Las familias se han endeudado mucho en los últimos años, por lo que se hace más difícil contar con suficientes recursos para contratar trabajadoras domésticas y, por ello, se ha reducido la cantidad de opciones de empleo en este sector.

d) Aunado a lo anterior, los mayores controles del Estado para garantizar los derechos laborales de las trabajadoras domésticas podrían haber provocado que muchas familias dejen de contratar estos servicios debido a los mayores costos económicos.

e) Muchas mujeres que se dedican a labores domésticas remuneradas cuentan con bajos niveles de escolaridad por lo que se les dificulta encontrar empleo en otras actividades y terminan abandonando el mercado de trabajo.

f) El proceso de envejecimiento de la población hace que cada vez más mujeres se retiren del mercado laboral. Los datos sí evidencian esta situación.

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