Encuentro con el Lama Wangchen
En el marco de la declaración institucional que cataloga el 2017 como el “año de UNA por la vida, el diálogo y la paz”, la Rectoría y la Vicerrectoría de Docencia invitaron a la comunidad universitaria al encuentro “Conversando sobre la vida, el diálogo y la paz”, con el Lama Wangchen, representante del Dalai Lama, la tarde del pasado 16 de febrero en auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional (UNA).
“La esencia de los seres humanos es igual, todos buscamos la felicidad y la paz, vivir en armonía”, afirmó el Lama Wangchen, durante el conversatorio en la UNA. El representante del budismo tibetano subrayó que la felicidad y la paz las encontramos en el interior de cada uno de nosotros.
“Ningún supermercado vende paz ni hay paz “made in China”; la paz es un trabajo interior”, aseguró el expositor invitado. Recomendó trabajar para evitar la ira, la envidia, el egoísmo, entre otras emociones negativas, y más bien, cultivar el amor hacia los demás seres humanos, así como la armonía con los animales y las plantas, con los que estamos interconectados.
Para el Lama Wangchen, mostrar simpatía hacia las demás personas contribuye a la felicidad porque lo que damos es lo que recibimos. Como ejemplo citó que los profesores deben tener voluntad y amor para transmitir sabiduría a sus alumnos. “Hablando de corazón a corazón, los niños se contagian de la alegría, la motivación y el amor que transmite el profesor”, dijo.
Lo mismo sucede si actuamos con amor hacia los otros en el trabajo y en la casa. “Debe haber un ambiente positivo, compartir sonrisas; ser simpático es importante para uno mismo”, agregó.
En el ámbito internacional también es preciso el diálogo entre naciones, culturas y representantes de posiciones diversas –destacó Wangchen- porque si no se dialoga no se encuentran soluciones. En su criterio, todos tenemos que trabajar juntos en esta dirección para evitar una tercera guerra mundial. “Tenemos que educar a los políticos”. Sin embargo, insistió en que la paz es un trabajo interior y por lo tanto, “si uno quiere paz tiene que empezarla uno mismo siendo buena persona”.