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Malos hábitos de turistas amenazan vida silvestre

Animales silvestres que tienen como hábitat parques nacionales y áreas protegidas, cambian sus hábitos de alimentación y comportamiento para adaptarse a la rutina de los turistas.





Se acerca la Semana Mayor periodo en que muchos aprovechan para visitar parques nacionales o áreas protegidas, cuyas exuberantes montañas, manglares, humedales y playas son el hogar de animales silvestres como mapaches, monos, pizotes, perezosos, garrobos y tucanes, entre otras especies, cuyas poblaciones podrían ser afectadas por el comportamiento de los turistas. Algunos quieren la foto más cercana, y otros pareciera que quieren hasta acariciar un animal, para ello algunos guías y visitantes recurren a técnicas no permitidas para desarrollar esa interacción.


Grace Wong y Laura Porras son investigadoras del Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA) y trabajan en un proyecto cuyo objetivo es recopilar información para documentar estas interacciones entre los animales silvestres y seres humanos y así poder brindar sugerencias a los tomadores de decisión, para normar y reducir esas interacciones en parques nacionales y otras áreas protegidas .




“El principal problema se da con la alimentación de los animales, en el 2011 realizamos un estudio con estudiantes de la maestría en Conservación de Vida Silvestre, donde se observó que los monos comían distintos tipos de alimentos como galletas, jugos y frutas, que evidentemente no forman parte de su dieta natural”, explicó Wong.


De acuerdo con la investigadora, muchos turistas actúan por desconocimiento, pero algunos guías lo hacen por obtener una mayor propina. “Hemos visto que los guías ponen alimento en ciertos sitios para atraer a los animales, así saben por dónde llevar al turista; o hacen sonidos de algún depredador para que un perezoso se mueva o imitan el sonido de un tucán para que los que están anidando salgan del nido”.




Para Porras, este es un problema recurrente. “Se vio en investigaciones realizadas por otros colegas a finales de los 90, se vio en la investigación que realizamos con los estudiantes en el 2011 y ahora vemos el mismo comportamiento: exceso de comida, de visitantes, y los turistas tratando de alimentar a a los animales”.


“Tenemos que tener claro que alimentar animales silvestres es una actividad ilegal. Muchos ven un animal y lo primero que dicen es “pobrecito tiene hambre”. No siempre es cierto, los animales obtienen su comida de forma natural, en épocas del año hay períodos de menor disponibilidad de comida en el ambiente pero eso también es parte del proceso natural que ayuda a regular las poblaciones”, detalla Wong.


Grace Wong, directora del Icomvis.



Relaciones peligrosas

La alimentación de animales silvestres tiene implicaciones ecológicas. “Para los monos es más fácil ir y abrir un salveque para robarse una galleta, que andar por el bosque buscando frutos e insectos, pero esa galleta aporta solo carbohidratos a su dieta, mientras que una larva de mariposa le aporta proteína” afirma Wong. En otros países se ha registrado cómo el aumento del sedentarismo en estos animales provoca un aumento de grasa en órganos internos, además, el tipo de comida aumenta la presencia de caries.


Porras también destaca el peligro por transmisión de enfermedades. “Podemos trasmitir enfermedades y viceversa”. Nosotros tenemos una cantidad y variedad distinta de parásitos a los que ellos tienen y se han encontrado animales muertos que a la hora de realizar exámenes tienen parásitos que no son de su especie, deducimos que se trasmiten a través de la comida. Por otra parte, cuando el animal intenta robar comida, algunas personas se enfrentan a él tratando de quitársela o golpeando al animal, lo que provoca que este ataque, y su fuerte dentadura puede causar serias heridas y acarrear infecciones a la persona”.


La investigación que realizan pretende demostrar la hipótesis de que los animales silvestres del parque Nacional Manuel Antonio, ya han cambiado sus hábitos de alimentación. “El parque lo abren a las 8 a.m. y lo cierran a las 4 p.m. Los mapaches por ejemplo, son animales nocturnos, pero alrededor de las 10 de la mañana se empiezan a acercar a la playa a buscar comida de los turistas y abrir maletines, y cerca de las 2:30 ya no se les ve en la zona. Esta información también la aprenden las crías. Este año colocaremos radiocollares en los mapaches para conocer sus recorridos” explicó Wong.


Paso lento

Según Wong, es posible erradicar estas prácticas en los guías y turistas pero requiere de trabajo conjunto. “Lo más importante es la educación ambiental, debemos hacer conciencia de que los animales no necesitan alimento extra, lo tienen en su hábitat. Pero también es importante que se aplique la normativa, existe la legislación nacional prohíbe alimentar a los animales silvestres”.


A criterio de Porras, las universidades públicas han contribuido a través de sus investigaciones para que se tomen ciertas medidas que ayudan a reducir las interacciones. “En el Parque Nacional Manuel Antonio ahora se prohíbe el ingreso de hieleras y grandes cantidades de comida. Lo ideal es que se habilite un área cerrada donde el turista pueda consumir sus alimentos, pero mientras esto no exista, es mejor llevar frutas y un emparedado, y no ollas con arroz y otros alimentos cuyos desperdicios van a dar a los basureros”.


Ambas investigadoras, fueron nombradas por parte del Ministerio de Ambiente y Energía en la Comisión Nacional de Vida Silvestre, la cual presentó el pasado 18 de febrero, la posición país sobre el como el tráfico ilegal de especies, tenencia ilegal como mascotas, cacería y actividades turísticas que impactan a la vida silvestre.


Recomendaciones

- Los mapaches se alimentan de cangrejos, aves, frutos silvestres y otros animales pequeños, los monos de frutos e insectos, un cambio en su dieta es perjudical para su salud.

- La comida casera o chatarra, puede provocar en los animales diabetes, caries, parásitos y afecciones que acortan su vida, o les hacen perder sus habilidades para encontrar alimento.

- No toque animales silvestres, pueden transmitirle a usted o usted puede transmitirle a ellos enfermedades; además, son silvestres y pueden atacar para conseguir alimento.

Seguir estas recomendaciones le permitirá disfrutar de la vida silvestre y su comportamiento ayudará a protegerlos.


*** Para mayor información comuníques con la Oficina de Comunicación de la UNA (2277-3066).


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